I. Presentación

Por Esteban Valle Riestra.-
Coordinador del programa de Industrias Extractivas

El 2021 será recordado como un año en el cual los indicadores de desempeño de los sectores minero e hidrocarburífero alcanzaron valores extraordinarios. El alza de la cotización de los principales minerales y del petróleo, producto de la reactivación de la demanda en los países emergentes, sumada a una recuperación de la producción nacional luego de las paralizaciones decretadas durante la pandemia, arrojaron una cifra récord respecto al valor de las exportaciones de ambos commodities , de USD 43,348 millones. Esta cifra representó el 69 % de las exportaciones totales y un incremento del 56 % en comparación con el año anterior. Esta combinación de factores propició la recuperación del producto bruto interno (PBI) nacional, el cual, de acuerdo al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), mostró una recuperación del 13.6 % respecto al 2020. Si bien los estudios realizados por la CEPAL¹ durante el año 2021 presentaban al Perú como uno de los países cuya economía sería duramente golpeada por la propagación del virus COVID-19, al 2022 las proyecciones de este organismo muestran un panorama alentador, con estimaciones de crecimiento por encima del promedio latinoamericano.

El desempeño de las empresas del sector minero superó todas las expectativas durante este periodo. Si bien el volumen de producción de cobre y oro —los principales minerales de exportación— se elevó de manera modesta, en 8 % y 15 %, los precios de ambos minerales mostraron un alza significativa, manteniendo la tendencia observada desde la segunda mitad del 2019. Como resultado, empresas representativas del sector, como Cerro Verde y Southern Perú, obtuvieron utilidades récord que alcanzaron los USD 1,927 millones y USD 2689 millones, respectivamente, superando incluso los valores de los mejores años del boom minero. La inversión en el sector mostró signos de recuperación, con USD 5,242 millones invertidos el último año. No obstante, preocupa que, pese al contexto favorable de precios, la inversión en el rubro exploración siga mostrando una tendencia decreciente. Hacia el futuro, la entrada en operación de los proyectos mineros Quellaveco, en Moquegua, de la empresa minera Anglo American, y Ampliación Toromocho, en Junín, de la empresa Chinalco, augura la consolidación del cobre como principal mineral de exportación.

En el caso de los hidrocarburos, la producción de gas natural y de líquidos de gas natural cayó en 5 % a raíz de la paralización económica. En cambio, la producción de petróleo mostró una caída más pronunciada, de 10 %. Sin embargo, el precio de los hidrocarburos experimentó un rebote: el precio del petróleo subió en 73 %, mientras que el precio del gas aumentó en 91 % respecto al 2020. En consecuencia, el valor de la producción de hidrocarburos (VPH) correspondiente al 2021 sumó S/ 16,331, la cual representa la segunda estimación más alta registrada de este indicador y superior en 145 % frente a la marca del año anterior. Pese a un leve repunte, la inversión en hidrocarburos se encuentra en niveles mínimos históricos. En el 2021, la inversión en el sector alcanzó un total de USD 271 millones, que se coloca como el tercer monto más bajo desde el año 2001. El último año solo se perforó un pozo exploratorio, mientras que el número de pozos en desarrollo fue de 109.

Como resultado del desempeño de ambas actividades, la renta minera y de los hidrocarburos alcanzó un valor máximo histórico. Pasó de sumar S/ 9,953 millones a S/ 21,520 millones: multiplicó en poco más de dos veces su valor. El sector minero aportó S/ 15,294 millones (71 %), mientras que el sector hidrocarburos, S/ 6,226 millones (29 %). En consecuencia, también las transferencias de renta extractiva a los gobiernos subnacionales y universidades públicas superaron los registros precedentes. Las transferencias sumaron un total de S/ 10,283 millones en el 2021, lo cual representa un aumento del 72 % respecto al año anterior. Las regiones de Cusco, Áncash y Arequipa concentraron un poco más de la mitad del total transferido; sin embargo, a partir del último año, la región de Ica ha empezado a aparecer en el ranking, ya que ha recibido S/ 646 millones durante el 2021, como consecuencia del inicio de las operaciones de Mina Justa. Además, es posible corroborar la progresiva consolidación de las regalías mineras como la fuente que provee de la mayor porción de las transferencias acreditadas de renta extractiva. En el año 2021, la regalía minera representó el 35 % del monto total frente al 29 % del canon minero. Les siguió en importancia el canon gasífero, con 21 % y el canon petrolero, con 7 %.

Sin embargo, el 2021 también será recordado como un año opacado por el deterioro de la gestión pública en materia de transparencia y recojo de la información. Se pudo constatar en el proceso de elaboración de este informe la pérdida de capacidad del Estado para recoger y presentar de manera oportuna y confiable datos sobre el desempeño del sector extractivo. Especialmente, es posible comprobar esta tendencia en el seguimiento de las actividades mineras de escala artesanal. Pese a evidencias de la expansión de estas actividades, los niveles de registro han caído a niveles mínimos, pudiendo ser la causa un subreporte de los volúmenes de producción por parte de las autoridades a cargo. En mayo del 2022, el Perú fue suspendido por el Consejo Internacional de la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI, por sus siglas en inglés) debido al incumplimiento del Ministerio de Energía y Minas en la elaboración y publicación del VIII Informe Nacional de Transparencia². Esta suspensión implica que nuestro país, antes líder regional en esta iniciativa internacional, perdió la categoría de País Cumplidor lograda en el año 2012.

La publicación del Reporte Nacional N° 26 de Vigilancia de las Industrias Extractivas (Balance 2021) es posible gracias al apoyo de Natural Resource Governance Institute y de Oxfam en Perú.